Teñir la ropa es un trabajo fácil y muy económico, eso sí, debes saber cómo hacerlo para que tu ropa no se estropee.
Antes de comenzar te vamos a dar unas nociones básicas. Ten mucho cuidado si la prenda es de seda o lana, debes tenerla metida menos tiempo en agua caliente porque son tejidos muy sensibles.
Recuerda quitar todo tipo de accesorios de la ropa, es decir hebillas, botones metálicos, etc.
Si la prenda es oscura, te conviene decolorarla previamente para que el tono elegido quede más natural.
Pasos a seguir:
1. En un recipiente metálico inoxidable debes poner agua tibia a la que añadirás decolorante. Mueve muy bien y mete la ropa que vas a desteñir.
2. Pon el recipiente en el fuego y déjalo (siempre vigilando) hasta que comience a hervir. Ves dando vueltas a la prenda con una cuchara de madera continuamente.
3. Después deja que la ropa se enfríe y lávala bien para después teñirla.
Hay distintos tipos de tintes y cada uno tiene su forma de uso que puede ser con agua fría, agua caliente, a mano o en la lavadora.
Normalmente se usa la lavadora cuando vamos a teñir prendas de gran tamaño como toallas, sábanas o mantas.
Este tipo de ropa la tienes que meter sin doblar y previamente húmedas. Debes poner la lavadora a unos 60º para que coja el nuevo color.
Introduce el tinte y un kilo de sal en el tambor. Enciende la lavadora, cuando termine de lavar, vuelve a ponerla en funcionamiento pero esta vez pon detergente, la temperatura deberá ser la máxima que soporte la ropa y de este modo se eliminarán los restos de producto.
Los tintes más usados son los de agua caliente y se usan con sal diluida. Debes poner el recipiente con la mezcla de tinte y el agua que te especifique cada marca al fuego. Mete la ropa y deja que comience a hervir el agua con el tinte. Este tipo de tinte se suele usar para fibras naturales como la seda, el hilo, el algodón ,etc.
Si prefieres tintes de agua fría, disuelve los polvos en agua caliente del grifo, añades el fijador del color y la sal.
Siempre la prenda a teñir debe estar húmeda y limpia e intenta tener la ropa lo menos doblada posible. Déjala en remojo entre media hora y una hora.
Luego aclara la ropa de forma exhaustiva, con agua caliente y detergente en la bañera, también se puede aclarar en la lavadora pero no metas nada más en ella si no quieres que coja el color del tinte.
Fuente e imágenes: manualidades paso a paso
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